Temporada 1
Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química de instituto, se entera de que tiene un cáncer pulmonar avanzado e inoperable. Días más tarde, cuando acompaña a su cuñado de la DEA Hank (Dean Norris) a una redada, ve a un antiguo alumno suyo, Jesse Pinkman (Aaron Paul), escapando de un laboratorio de metanfetamina casero. Más tarde, contacta a Jesse y decide asociarse con él para combinar sus habilidades y producir y distribuir metanafetamina. Walter dice que quiere darle estabilidad financiera a su esposa embarazada, Skyler (Anna Gunn) y a su hijo discapacitado, y, además, pagar su costoso tratamiento para el cáncer. Durante los primeros días de su nueva vida como productores de droga, tienen varios conflictos con los vendedores locales. Walt continúa con el negocio pese a estas dificultades bajo el seudónimo 'Heisenberg'.
Temporada 4
Jesse sigue las instrucciones de Walter y asesina a Gale. Gus decide disciplinarlos a ambos endureciendo las políticas de seguridad del laboratorio y trata de romper su amistad asignándoles trabajos separados. Mientras Walter trabaja en el laboratorio de metanfetamina, Jesse acompaña a Mike (Jonathan Banks), uno de los secuaces de Gus, a recoger pagas y servirle de apoyo. Walter y Jesse comienzan a distanciarse cada vez más y a ser más hostiles el uno con el otro. Mientras tanto, Hank, quien se está recuperando de su último enfrentamiento con el cartel mexicano, encuentra evidencias que unen a Gale con Gus. Cree que Gus es un distribuidor de drogas a gran escala y comienza a buscar evidencias tangibles para levantar cargos. Gus, al darse cuenta de que Walt es muy cercano a Hank, decide despedirlo para que no ponga el negocio en peligro y amenaza a toda su familia. Jesse y Walter dejan de lado sus diferencias y se ponen de acuerdo para asesinar a Gus: para hacerlo, convencen al antiguo criminal del cartel Héctor Salamanca para que haga explotar unabomba suicida en presencia de Gus. Héctor logra su cometido y se mata a sí mismo, a Gus y a Tyrus, su principal secuaz. Walter y Jesse, luego, destruyen el laboratorio y Walt le dice a su esposa "Gané".
Temporada 5
Walter, Jesse y Mike comienzan a trabajar juntos para reanudar la producción y la distribución de metanfetamina después de la muerte de Gus Fring. Mike maneja la parte de los negocios mientras que Walt y Jesse trabajan con un equipo de fumigadores de casas para cocinar metanfetamina en casas cerradas por fumigación. Pese al nuevo modelo del negocio, Hank y la DEA logran identificar a nueve prisioneros y a un abogado que tiene lazos potencialmente criminales con Mike. Walt asesina a Mike y luego contrata a una banda de neonazis para que asesine a los informantes que estaban en prisión. Sin la intervención de la DEA, Walter logra reunir ochenta millones de dólares antes de decidir su retiro.
Poco después, Hank visita la casa de los White, donde encuentra por accidente un libro de Walter con un mensaje firmado por Gale Boetticher. Se da cuenta de que Walt es el famoso Heisenberg y reinicia la investigación en secreto. Más tarde, Hank forma una alianza con Jesse, quien odia a Walter porque había intentado envenenar a Brock, el hijo de Andrea. Sin más opciones, Walt vuelve a contratar a la banda de neonazis para que asesinen a Jesse. Engañado por este último, va al desierto, al lugar donde había enterrado sus millones, y allí se encuentra con Hank, quien finalmente está listo para arrestarlo. Cuando ya lo tiene esposado y sentado en su camioneta, aparece la banda de neonazis y comienzan a dispararle a Hank y a Gómez, su compañero de la DEA. Pese a los ruegos de Walt, el jefe de la banda ejecuta a Hank de un tiro en la cabeza y se roba los millones de Walt. Jesse es capturado, torturado y obligado a producir metanfetamina para la banda; cuando trata de escapar, sin éxito, matan a Andrea para castigarlo. Skyler y Walt Jr., por su parte, rechazan a Walt cuando descubren el asesinato de Hank y se niegan a abandonar Albuquerque con él. Luego, llaman a la policía.
Walter, ya desenmascarado ante todo el mundo, decide obtener una nueva identidad y es enviado a una cabaña aislada en New Hampshire, donde permanece durante varios meses sin comunicación con el exterior. Después de un intento de contactar a Walt Jr. y de enviarle dinero a su familia (en el cual Walt Jr. le desea la muerte por todo lo que le ha hecho a él, a su madre y a Hank), Walt decide entregarse a las autoridades. Sin embargo, cuando está esperando a la policía en un bar, ve por televisión una entrevista a sus antiguos compañeros de Gray Matter, una empresa química que había ayudado a fundar muchos años atrás, donde minimizan su papel en la creación y desarrollo de la compañía. Furioso, Walt regresa a Albuquerque.
Una vez allí, se dirige a la mansión de Gretchen y Elliot Schwartz, sus antiguos compañeros de Gray Matter. Bajo amenaza de ser asesinados, les exige que en el transcurso de unos meses le entreguen a su familia los nueve millones de dólares que aún le quedaban como si se tratase de una donación suya. Cuando abandona la casa, se revela que los "asesinos" eran Skinny Pete y Badger, los antiguos compañeros de Jesse; los jóvenes le comentan que la metanfetamina azul sigue en las calles, con su calidad intacta.
Al día siguiente, Marie telefonea a Skyler para advertirle que Walt está suelto en la ciudad y que es probable que vaya a por ellos; cuando Skyler corta la comunicación, se revela que Walter está en la misma habitación que ella. Walt le entrega a Skyler las coordenadas donde están enterrados Hank y su compañero Steve Gómez para que pueda hacer un trato con el fiscal, besa a Holly, ve por última vez a Walt Jr. y abandona la casa. Luego, se dirige a la cafetería donde todos los martes Lydia se reúne con Todd y le ofrece un trato a este último para seguir cocinando metanfetamina. Todd, viendo a Walt desmejorado y arruinado, le aconseja que se aleje de Jack. Lydia, por su parte, bebe como siempre una taza de té endulzado con stevia.
En el desierto, Walt arma un mecanismo para que su ametralladora funcione a control remoto y parte hacia la guarida de Jack y sus secuaces. Allí, el líder de la banda se niega a aceptar su oferta y amenaza con matarlo; cuando se lo están llevando, le grita a Jack que lo había traicionado, ya que en vez de matar a Jesse Pinkman, estaba trabajando con él como compañero. Jack, enfurecido, manda llamar a Jesse, quien entra en la sala con grilletes, esposas y visiblemente herido. Acto seguido, Walt acciona el control remoto de su ametralladora, que estaba oculta en el baúl del auto, y se arroja encima de Jesse para protegerlo. Las balas acaban con toda la banda de Jack excepto con él, pero una vez terminados los disparos, Walt lo ejecuta de un tiro en la cabeza. Jesse, por su parte, estrangula a Todd con sus esposas cuando se le presenta la oportunidad.
Walt, frente a Jesse después de mucho tiempo, le da su pistola y le pide que lo mate. Jesse, al ver a su antiguo compañero visiblemente herido de un disparo, le dice que si quiere matarse lo haga él mismo. Luego, sale en busca de un vehículo y se aleja del lugar llorando y conduciendo a toda velocidad. Walt, por su parte, atiende una llamada de Lydia en el teléfono móvil de Todd, le comunica que le había dado ricina oculta en un sobre de stevia y que moriría muy pronto. Luego, se dirige al laboratorio de Todd, donde admira los artefactos para cocinar metanfetamina. Cae al suelo, producto del disparo que había recibido, y fallece al mismo tiempo que la policía entra en el lugar.
Poco después, Hank visita la casa de los White, donde encuentra por accidente un libro de Walter con un mensaje firmado por Gale Boetticher. Se da cuenta de que Walt es el famoso Heisenberg y reinicia la investigación en secreto. Más tarde, Hank forma una alianza con Jesse, quien odia a Walter porque había intentado envenenar a Brock, el hijo de Andrea. Sin más opciones, Walt vuelve a contratar a la banda de neonazis para que asesinen a Jesse. Engañado por este último, va al desierto, al lugar donde había enterrado sus millones, y allí se encuentra con Hank, quien finalmente está listo para arrestarlo. Cuando ya lo tiene esposado y sentado en su camioneta, aparece la banda de neonazis y comienzan a dispararle a Hank y a Gómez, su compañero de la DEA. Pese a los ruegos de Walt, el jefe de la banda ejecuta a Hank de un tiro en la cabeza y se roba los millones de Walt. Jesse es capturado, torturado y obligado a producir metanfetamina para la banda; cuando trata de escapar, sin éxito, matan a Andrea para castigarlo. Skyler y Walt Jr., por su parte, rechazan a Walt cuando descubren el asesinato de Hank y se niegan a abandonar Albuquerque con él. Luego, llaman a la policía.
Walter, ya desenmascarado ante todo el mundo, decide obtener una nueva identidad y es enviado a una cabaña aislada en New Hampshire, donde permanece durante varios meses sin comunicación con el exterior. Después de un intento de contactar a Walt Jr. y de enviarle dinero a su familia (en el cual Walt Jr. le desea la muerte por todo lo que le ha hecho a él, a su madre y a Hank), Walt decide entregarse a las autoridades. Sin embargo, cuando está esperando a la policía en un bar, ve por televisión una entrevista a sus antiguos compañeros de Gray Matter, una empresa química que había ayudado a fundar muchos años atrás, donde minimizan su papel en la creación y desarrollo de la compañía. Furioso, Walt regresa a Albuquerque.
Una vez allí, se dirige a la mansión de Gretchen y Elliot Schwartz, sus antiguos compañeros de Gray Matter. Bajo amenaza de ser asesinados, les exige que en el transcurso de unos meses le entreguen a su familia los nueve millones de dólares que aún le quedaban como si se tratase de una donación suya. Cuando abandona la casa, se revela que los "asesinos" eran Skinny Pete y Badger, los antiguos compañeros de Jesse; los jóvenes le comentan que la metanfetamina azul sigue en las calles, con su calidad intacta.
Al día siguiente, Marie telefonea a Skyler para advertirle que Walt está suelto en la ciudad y que es probable que vaya a por ellos; cuando Skyler corta la comunicación, se revela que Walter está en la misma habitación que ella. Walt le entrega a Skyler las coordenadas donde están enterrados Hank y su compañero Steve Gómez para que pueda hacer un trato con el fiscal, besa a Holly, ve por última vez a Walt Jr. y abandona la casa. Luego, se dirige a la cafetería donde todos los martes Lydia se reúne con Todd y le ofrece un trato a este último para seguir cocinando metanfetamina. Todd, viendo a Walt desmejorado y arruinado, le aconseja que se aleje de Jack. Lydia, por su parte, bebe como siempre una taza de té endulzado con stevia.
En el desierto, Walt arma un mecanismo para que su ametralladora funcione a control remoto y parte hacia la guarida de Jack y sus secuaces. Allí, el líder de la banda se niega a aceptar su oferta y amenaza con matarlo; cuando se lo están llevando, le grita a Jack que lo había traicionado, ya que en vez de matar a Jesse Pinkman, estaba trabajando con él como compañero. Jack, enfurecido, manda llamar a Jesse, quien entra en la sala con grilletes, esposas y visiblemente herido. Acto seguido, Walt acciona el control remoto de su ametralladora, que estaba oculta en el baúl del auto, y se arroja encima de Jesse para protegerlo. Las balas acaban con toda la banda de Jack excepto con él, pero una vez terminados los disparos, Walt lo ejecuta de un tiro en la cabeza. Jesse, por su parte, estrangula a Todd con sus esposas cuando se le presenta la oportunidad.
Walt, frente a Jesse después de mucho tiempo, le da su pistola y le pide que lo mate. Jesse, al ver a su antiguo compañero visiblemente herido de un disparo, le dice que si quiere matarse lo haga él mismo. Luego, sale en busca de un vehículo y se aleja del lugar llorando y conduciendo a toda velocidad. Walt, por su parte, atiende una llamada de Lydia en el teléfono móvil de Todd, le comunica que le había dado ricina oculta en un sobre de stevia y que moriría muy pronto. Luego, se dirige al laboratorio de Todd, donde admira los artefactos para cocinar metanfetamina. Cae al suelo, producto del disparo que había recibido, y fallece al mismo tiempo que la policía entra en el lugar.